sábado, 11 de marzo de 2017

LLEGÓ LA HORA DE LA ORQUESTA CALIBRE

Una canción totalmente fantástica “LLEGÓ LA HORA” de Orquesta Calibre, lanzada el pasado 8 de diciembre, el día del alumbrado tan tradicional en mi Cali como la maceta y los buñuelos con natillas. “LLEGÓ LA HORA” es esa fusión perfecta entre las dos raíces que identifican a Cali, la nativa pacífica por estar sembrada en este Valle del Cauca pegado al mar del sur como diría Balboa, y la adquirida caribeña por el sabor antillano que empezó a colarse en la sucursal del cielo desde el principio de los tiempos a través de los burdeles y bares de la otrora esplendorosa carrera octava.


Pacífico y Caribe, que al mezclarlos lo que resulta es sabor caleño, lo que se cocina en el barrio, lo que se baila todos los fines de semana en la calle y en la esquina, Froyber Maya, director de Orquesta Calibre, logra de manera impecable fundir estos dos sabores rítmicos sin perder la sazón ni la melodía de la canción, algo que Froyber ha venido desarrollando en estos últimos años paralelo a su actividad salsera, al observar como en las rumbas del barrio, aquí en Cali o donde se reúne la comunidad negra en otras ciudades del país, se vive el fenómeno de la música pacífica y la cubana al tiempo.


En un viaje de Orquesta Calibre al Chocó para un concierto con Choquibtown, después de la presentación y del remate de la rumba con chirimía chocoana, de manera espontánea se terminó de cocinar esta canción, con letras y melodías de Froyber Maya y arreglos de Froyber con la participación del pianista australiano Danny G. Felix y Camilo Rengifo. 

Respecto a la estructura de LLEGÓ LA HORA diría Froyber Maya: “La canción es una fusión de porro chocoano con timba cubana, a la mitad de la canción hay una transición donde se funden dos aires, uno es el porro chocoano que se funde con el aire cubano, algo muy parecido a la introducción de “no me mires a los ojos” de Issac Delgado (composición de Giraldo Piloto), para darle paso finalmente a la timba, después de todo un viaje folklórico de nuestras raíces negras más cercanas,  vamos a otras raíces negras, muy por el estilo de VanVan, es muy VanVan ese segundo corte de la canción

Para la canción se invitó en la parte del porro chocoano, a Adrián Viafara Martínez que tocó el clarinete y los platillos, y Frank Echeverry que tocó el bombardino, usado mucho en la música del Chocó, que suena en la introducción y al final de la canción. La idea de la canción nació a mediados de octubre, y a finales del mismo mes ya estaba en estudio grabándose, quedando terminada en el mes de noviembre. 

Además de la canción, el video de “LLEGÓ LA HORA” es otra obra genial, donde Orquesta Calibre quiso mostrar no solo su identidad sino la identidad de esta Cali amada, grabado en el oriente de Cali, en el Barrio La Primavera, el barrio de Froyber, barrio de calles estrechas y rumba eterna. Se presentan de la manera que sucede en el barrio, el tradicional vendedor de mazamorra que nos despierta en su triciclo y que todos salen en pijama a comprar, el sancocho de gallina en fogón de leña los fines de año, las celebraciones de los logros del Deportivo  Cali y del América, el cierra de la cuadra para armar la rumba, esa es Cali retratada, la Cali verdadera, la del barrio, la que baila sobre las desdichas. 

Respecto a la fusión de la música del pacífico y formatos de salsa Froyber comenta: “Es algo que se ha venido haciendo desde hace muchos años, desde Peregoyo y su Combo, Hugo Candelario y Bahía, etc; la salsa choke lo hace, se aproxima muy bien a los jóvenes, le agrega el elemento a la música urbana; nosotros queremos darle un tratamiento también cercano al sabor de la gente, manteniendo un equilibrio entre lo bailable y lo elaborado. Esto es una vertiente de lo que quiere hacer Orquesta Calibre, que pensamos tendrá mucho impacto por el tema de la identidad, la gente reconocerá su propia música y la música cubana de la que nos hemos apropiado".

“LLEGÓ LA HORA”, una letra sencilla, como los buenos discos y los buenos poemas, arreglos magistrales, totalmente bailable, indiscutible mente el disco de la feria. Gracias a Froyber Maya y a Orquesta Calibre por regalarnos esta canción.

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